Everybody loves Arturo Puig

Esto es una simple repetición, no esperes cambios como promete "telecirculito" en la película de E.T., no vas a encontrar párrafos inéditos o remasterizaciones de palabras. Si ya lo leiste, vas a volver a regozijarte con esta magnífica obra de arte; si no te dieron las bolas para llegar a los posts de diciembre y por lo tanto no lo has leido; ajustate el cinturón y lee, lee, lee!!!

Muchos pensarán que el título hace referencia a algún problema en mi epidermis; pero no, éste no se refiere a ninguna anomalía facial. Digo que "Mi vida es un granito", un granito de arroz. En mis cortos 18 años de vida la imágen que más he visto es la de un plato lleno de esos lindos cereales insípidos.
Como ya sabrán los que me conocen (y los que no, se esán enterando), nunca me interesé en adquirir conocimientos culinarios, y esto queda evidenciado en mi casi inexistente masa muscular. Si bien es cierto que nunca me preocupé por llevar a cabo una sana alimentación, mi madre tampoco hizo mucho(perdón mamá). Ella, una mujer trabajadora, maestra(aunque no creo que por vocación, ya quebien tuvo la chance de establecerse como directora y dejar de lidiar con esas clases llenas de pendejos hinchapelotas, lo hizo), nunca tuvo tiempo (ni ganas) de complicarse con las comidas. Es por este motivo que no recuerdo un solo día de mi infancia o adolescencia en el cual no encontrara en mi plato, al menos una (abundante) porción de "arroz". Toda carne iba acompañada con arroz; los guisos, siempre de arroz; la sopa del invierno estaba preparada con arroz. Muchas veces llegaba del liceo, miraba la mesa, veía croquetas, me ilusionaba, pero no...también eran de arroz.
Al desayuno, galletas de arroz; en los momentos de prosperidad económica, arroz amarillo (con azafrán). Así transcurría mi vida; nos sentíamos afortunados los días que encontrabamos algún restito de aceite para condimentar aquel repetido alimento.
Hoy en día, postrado en esta cama de hospital, no puedo moverme, estoy amarillo(y no por el azafrán); los médicos dicen que es a causa de la hepatitis fulminante que contraje, que me deja solo 24 horas más de vida. Yo sé que esa no es la razón, estoy amarillo por la obscena ingesta de arroz que mi madre me proporcionó periódicamente durante 18 años; vaya uno a saber con qué intenciones.
23 horas después (los médicos le erraron por una), Gonzalo murió, y su madre se apresuró a vender todos los órganos del difunto; que se encontraban en perfecto estado (1).

(1)Por si no lo saben, el arroz es un gran conservante, y ayuda a mantener los órganos fresquitos como una lechuga.

"Un empate que nos deja con sabor amargo"
"Uruguay fue más que su rival de turno, pero no se pudo hacer con la victoria"
"Los celestes dominaron, y sacaron 1 punto muy importante en el camino hacia Alemania 2006"

Los que preceden son comentarios que, seguramente, la mayoría de ustedes escuchó al finalizar el tan esperado match ante la selección trasandina. Mi aburrimiento es tal que no voy a caer en el facilismo de escribir un post sobre ese acontecimiento. No crean que no me gusta el fútbol; esa aceveración sería completamente errónea. Soy un amante del balonpié, y como tal, miré (y escuché) el antes, el durante y el después del partido. Aburrido, y acongojado a esta hora de la madrugada, me siento frente al teclado y me propongo no escribir sobre lo que ha estado acaparando mi atención en las últimas 3 horas. Es una empresa difícil, lo se. Pero voy a poner mi mayor empeño en realizarla.

Se que para no querer escribir sobre el partido Uruguay - Chile, las 15 líneas anteriores no favorecen ni soportan mi teoría; pero, entiendan, miren la hora en que esto se publicó y sepan comprender el cansancio (físico y sobre todo psíquico) de este humilde artista del blog. Esta fatiga cerebral es causada por la obscena exposición que mis ojos tienen a fotos pornográficas, que no tengo idea de como llegan a la pantalla de mi ordenador (epa, cansado y todo meto palabras en gallego...). Creo que otra razón es el suplicio que mis pabellones auditivos deben soportar, mañana tras mañana, cuando mis "queridos" vecinos de puerta enchufan su pasacassettes al mango y hacen sonar hermosas piezas de música tropical argentina. Tal vez esta fatiga sea causada simplemente por el exceso de televisión uruguaya; en los últimos meses me he dedicado a desempolvar y rever los VHS 's que tengo guaradados. "El show del mediodía" (temporada 95'), "Caleidoscopio" (del 2000 al 2003) y los inolvidables "Horacio y Gabriela"(que no se si son uruguayos).

Mi psiquiatra me ha dicho más de una vez que todo esto del blog y de las apariciones en Justicia Infinita están basadas en una búsqueda continua de aceptación, de popularidad. ¿Será verdad? ¿No se estará equivocando el profesional? Los jugadores de fútbol son profesionales y a veces erran goles... Yo no me considero un ser tan ególatra como para estar buscando aplausos todo el tiempo, no soy tan narcisista... aunque se que soy hermoso, y que soy muy buena persona; bueno, y dejando de lado que las discusiones siempre las gano yo porque siempre tengo la razón..... pero más alla de eso no encuentro ningún indicio que me permita afirmar que soy un "pelotudo en busca de cariño" (palabras textuales de mi ex - psicólogo).

Dejo mis reflexiones al libre albedrío (no se que carajo quiere decir eso, pero suena lindo).