Everybody loves Arturo Puig

Este sería el título de mi biografía; si alguien se tomara el trabajo de escribir sobre mí.
Quise ser cool, y no lo conseguí; quise revelarme, y tampoco lo logré. Toda mi vida fui tras los (chuecos) pasos de mis padres, imitando sus conductas y aceptando todas y cada una de sus órdenes. No crea que esto lo escribí un día en el que me levanté angustiado y dije: “Hoy escribiré sobre mi perra vida”. Esta (seguramente mala) historia, es consecuencia de un largo proceso interno que saltó al papel en uno de los tantos aburridos días, de una de mis tantas aburridas vacaciones.
Siempre viví en una burbuja; de pus, ya que no miraba a mi alrededor. Pero no, como los nenes de Carrasco que no miran alrededor para no ver la miseria que los rodea; yo no miraba alrededor para no darme cuenta de la miseria en la que estoy inmerso. Hoy (el día que escribí la historia, no el día en el que usted está leyéndola), decidí, por primera vez echar una ojeada a los lados y pude darme cuenta de que esto no es vida.
Tengo que cambiar, tengo que abrir las alas, enfrentar a mis padres y salir al mundo. Yo puedo, estoy a tiempo de dar un giro rotundo1 a mi vida, sé que puedo cambiar, estoy convencido de con valor lo lograré. Ahora, a encarar la vida, a enfrentar el mundo, a...“¡Gonzalo, dejate de escribir esas estupideces y vení para acá!”
Bueno, parece que lo del cambio va a tener que quedar para otro día. Ahora tengo que ir a cortarle las uñas de los pies a mamá: “Ahí voy má”




1 No, Nicolás.