miércoles, setiembre 07, 2005

 

INMOLATION

El método extorsivo es el arma predilecta de mi hermanito menor para apropiarse de los bienes materiales de los demás. Detrás de sus ojos claros y su angelical rostro, se esconde un ser despreciable, digno de protagonizar una cámara oculta de Zur.
"Martincito", se toma el trabajo de engrupir a los otros al jugar un continuo papel de buena persona, ingenuo y amigo. Así, es como este lobo en piel de cordero logra ganarse la confianza de propios y ajenos. Les hace creer que confía en ellos contándoles sus más profundos (y falsos) secretos. Al sentirse en deuda con el pequeño, éstos, no dudan en abrir su corazón y contar sus reales secretos internos.
Luego de obtenida esta valiosa información, la actuación del niño desaparece, se muestra tal cual es. "Muestra la hilacha" dirían las viejas. Una vez que tiene en su poder aquellos datos que la gente no quiere por nada del mundo que salgan a la luz; comienza la parte que le produce más placer. Pide a las preocupadas e ingenuas personas que confiaron en él, una suma de dinero a cambio de su silencio. Ellos, convencidos que así estarán tranquilos, acceden a pagarle lo que él pide. Por un tiempo esta gente no tiene noticias de mi hermano pero ni bien ha despilfarrado ese dinero (generalmente en maquinitas y trolas) vuelve a pedir una "colaboración" para no obligarse a hablar.
Toda mi vida vi estos actos desde una perspectiva externa. Confieso que hubo momentos en lo que sentí pena por los damnificados, pero fueron los menos. Generalmente escuchaba las hazañas de mi hermano y juntos nos reíamos mientras disfrutábamos una sabrosa bolsa de caramelos de miel y huaco.
Pero hoy en día mi situación a cambiado. "Martincito" se tomó el trabajo de grabarme toda una noche y así, con los datos que obtuvo de mi auto-charla onírica, comenzó a extorsionarme. Me dice que si no le pago, hará que la gente se entere que consumo pastillas Ice Kiss, que miraba "El tiempo es Oro", que copio en los exámenes de la facultad y que una vez tuve sexo con una sexagenaria. No me gustaría que la gente se entere de esto.
"¿Por qué lo pones en el blog entonces, pelotudo?", fue lo que me dijo mi mucama (caribeña y bien dotada, dicho sea de paso). Es que estoy seguro que los que lean esto sentirán pena y no me discriminarán por mis pasadas acciones.
No tengo plata para pagarle; pero no se alarmen, no les voy a pedir una colaboración para callarlo, es algo mucho más simple. Solo necesito que los que estén dispuestos a ayudarme, se apersonen el próximo viernes a las 00:30 de la madrugada en la esquina de mi casa, lugar del que se largará una marcha que culminará en la Puerta de la Ciudadela; donde, todos juntos, como una gran familia, procederemos a despojar al cuerpo de mi hermano de su exuberante cabeza.
Desde ya, muchas gracias.

Comments:
Así nomás.
"honda, corte , pim pum pam"
 
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