Everybody loves Arturo Puig

"Hay cosas que el dinero no puede comprar....", reza el archi famoso comercial de Master Card. Una de esas cosas es la inspiración.

Tomé la comunión pero no soy católico-practicante; hoy en día soy ateo-practicante. Pero algún restito de mi cristiana formación perdura en mi inconsciente (como los restos de comida que quedan en mi plato cuando hay pastel de acelga para cenar), ya que creo que para poder escribir algo, más o menos como la gente, alguien me tiene que iluminar.

No se confundan, no dije que Dios, Alá, o Buda me iluminan. Dije "alguien". En algún momento mi inspiración fue la excitante señora Mirtha Legrand de Tynaire, en otras ocasiones el obeso señor Gustavo Escanlar, el gran Berugo Carámbula o el intrigante Payaso Pelusita.

Como verán siemrpe sentí la necesidad de escribir luego de presenciar acciones de algún personaje de la farándula. Pero hoy no. Hoy es diferente. Hoy tengo ganas de escribir para sacarle las telas de araña a estas reumáticas falanges que no uso desde hace un tiempo. Al sentarme frente al gastado teclado de una de las mejores máquinas del cyber de Walchy (que mejor propaganda que esta?, mr "W") se me presentó en forma divina (apareció tallado en la foto de Pamela David) la siguiente interrogante: "Y ahora qué carajo escribo?".

Confundido, acongojado y un tanto ebrio me puse la meta de escribir un post con sentido, con humor y con un mesaje para el pueblo uruguayo. Como verán. No lo conseguí.

"tu química con mi piel hacen carga positiva"