miércoles, julio 18, 2007

 

Stolen (lentoS)

Señores Padres, el enunciado que sucede a esta advertencia es apto para mayores de 18 años: “Negros hijos de un bollón de duraznos en almíbar tamaño familiar lleno de p****! I’ll Kill you all!”.
Volvemos al horario de protección al menor.
El título anagramático es un fiel reflejo de la forma en que afronté, afronto y afrontaré mis problemas/desavenencias/traumas/fobias: todo lo malo lo acompaño con algún breve chascarrillo (que no tiene el fin de generar risas), para alivianar tensiones.
Puntualmente, de lo que les voy a hablar a continuación es del día en que robaron a mi madre.
Datos espaciales necesarios para continuar con la lectura: vivo (al menos cuando escribí esta obra maestra, lo hacía) en un apartamento rodeado por altos muros periféricos, alambres de púas, vidrios cortados y un ineficaz alambrado eléctrico. ¿Por (y para) qué? Es que en los últimos años se ha venido gestando un cantegril de asombrosas dimensiones por estos lares.
Más de un robo han sufrido los vecinos: bicicletas, radios de autos (somos un barrio acaudalado), bolsas, bolsos, y un largo etcétera. Mi familia venía inmune. Se ve que la vacuna contra la gripe que nos dieron en Salud Pública, además de repeler el virus era un imán con polo idéntico al de las ansias de choreo.
Pero la fatídica tarde de verano llegó.
Mi vieja salía con el coche, se detuvo a hablar (sacarle el cuero al barrio) con una vecina, para conocer las novedades del edificio y manzanas aledañas. Fue ese el instante en que un negro con remera negra, gorro negro y pantalón a tono (creían que no existe el plancha dark?) rompió con un profesional codazo el vidrio del lado del acompañante, agarró la cartera de mamá, la colocó bajo sus hediondos brazos y corrió, corrió, corrió…
Mirando televisión y comiendo los restos de una ensalada de frutas de la semana anterior me encontraba yo; cuando el timbre sonó en repetidas (e incesantes) 7 u 8 oportunidades. La dulce y finita voz de un niño preescolar me hizo saber que “Robaron a tu madreeeee”. Mi desesperación fue tal que no me percaté que estaba sin remera y salí corriendo con el torso desnudo (de no haber sido por el apuro no hubiese salido despojado de mis prendas, ya que mi anatomía torácica es como la parte deforme de “scarface”, x 2).
Al llegar al auto, encontré a mi vieja sentada a un lado, rodeada de valientes vecinos que intentaban apaciguar su angustia. En fracciones de segundos me enteré de lo que había sucedido (Enrique Pinti vive en el edificio y me contó todo). No razoné y encaré pa’l cante.
A la primera persona que vi, le formulé amablemente la pregunta: “has visto al autor material del ilícito que acaba de acaecer contra mi progenitora?”. Su cara de desconcierto me hizo entender enseguida que no era un fiel seguidor de Law & Order, motivo que me hizo optar por decirle “viste al chorizo que recién hurtó la cartera de mi vieja?” (qué ingenuo soy). Un rotundo “NO!” me obligó a continuar en mi aventura matlockiense sin pista alguna que seguir.
Avancé por los confines del asentamiento, un poco más lento (el frenesí que me había dado 2 minutos de valentía, iba decreciendo). Noté que se acercaba raudamente un grupo de individuos. Mi inconsciente opinó: “Por qué no le preguntás a ellos?”; pero esa inconsciente idea se esfumó cuando escuché ofensivos epítetos emanar de sus desdentadas cavidades bucales. Al parecer tienen unos códigos de solidaridad rapiñera o algo así. Al parecer nadie me iba a decir nada. Al parecer a nadie le agradaba mi presencia. Al parecer tenían ganas de rememorar las épocas del far west y lincharme ahí mismo.
Giré 360º. Me di cuenta que quedaba nuevamente frente a la horda de indigentes. Entonces giré 180 y emprendí mi rápida retirada. Volví sin cartera y sin explicaciones. Pero con el culo sanito.

Comments:
“has visto al autor material del ilícito que acaba de acaecer contra mi progenitora?”. Su cara de desconcierto me hizo entender enseguida que no era un fiel seguidor de Law & Order, motivo que me hizo optar por decirle “viste al chorizo que recién hurtó la cartera de mi vieja?”

Jeje, te prometo que he pasado por algo parecido en más de una ocasión...

Volví sin cartera y sin explicaciones. Pero con el culo sanito

Llámame troglodita, pero yo me daría por satisfecho...

Un saludo!
 
Lo importantees salvar el honor...lo demas, se recupera...pero el invicto no....jeeje, saludos!
 
Jajajaja! No me rió del mal rato que obviamente pasaron tu vieja y vos; me río de como contaste la anéctoda!

Por suerte se te pasó la adrenalina y pudiste hacer ese giro de 540 grados, antes de perder el invicto anal...
 
por eso yo no menciono a mi mamá en el blog.
 
renton: no te digo troglodita, te digo conformista... pero no me quejo eh! mi orgullo le agradece a mi escasa valentía

moon: con cirugia se recupera todo querido

ing. pablo: yo no me rio... aun le temo a esos "vecinos"

t.v.c.a.: ahhh... eso es porque vos querés a tu madre
 
Qué malestarrrrr, pobre tu vieja!!!

Es horrible, pero uno va adquiriendo tras esas inolvidables experiencias, una paranoica cultura "a mí no me robás más".

Y lo de perder el invicto...el robo en sí mismo te deja una horrible sensación de violación (sin caer en comparaciones estúpidas ¿no?)

Bueno, espero que se hayan repuesto del mal rato tu madre y vos.
salú.
 
Nooo, por eso siempre salgo sin cartera. Desdentadas cavidades bucales, eso me mato! Jaja.

Pasaba a saludarr,
te espero por mi blog
un beso!

Habichuela
 
Hey! Y qué onda tu vieja? Cómo le pegó a ella?
A mí me pa que si volviste con el culo sanito te tenés que sentir dichoso. Eso es lo que importa.
Salute!

P.D: yo, si engancho los programas de policías y juicios de warner, sony y fox, me quedo embobada mirándolos. Uno después se siente capaz de resolver un crimen (?)
 
gran finalle!!!!

saludos pibe
 
entreten
& IDA REDACCIÓN
divert

besos, saludos y franeleos?
 
Mientras escuchaba "High voltage" leìa el texto. Por momentos me sentì en el personaje rapiñero, (algo extremadamente fantástico) Luego una estúpida sensación de alivio me vino a la mente, ya estaba sobre el final. De pronti aparece en la pantalla un link "R. Montaner en Uruguay" al instante suprimi la cruz y pensé: que buen final.
 
Jejeje es terrible esto.
Por lo menos seguis con el culo invicto (eso quiero creer)

Abrazos, pellizco en el pezon y lenguita en el cuello.
 
mistique: mi vieja no tiene sentimientos (ni buenos ni malos).... yo tampoco. No te preocupes

habichuela: pasaré... no desesperes

jeza: ... y es por eso que siempre recomiendan ahorrarse las postdatas...

fd: como "gran final"? te faltó "gran comienzo" y "gran desarrollo"... adulen adulen, no será un derroche de palabras

jason: paso por tu blog... gracias por venirte hasta aca (desde San Carlos)

matty: siga creyéndolo...
 
me faltó lou: gracias gracias
 
Ah, que fea sensación esa de que robaron algo. Fea y un poco paralizante en mi caso, ya que ni en pedo me meto en un cantegril, no se si porque la pelicula Ciudad de Dios la vi más de una vez o que, pero como vos, aprecio mi culo sanito. Eso de salir sin camisa, derepente te ayudó a mezclarte con ellos un poco más, si encima tenías puestos unos Nike fluorescentes, eras un paquete completo.

Me alegra que hayas salvado tu culo.
 
Publicar un comentario

<< Home

This page is powered by Blogger. Isn't yours?